
Eso sí, nos quedamos con las ganas de subirnos a la noria de Londres, o el London Eye, como la llaman en Inglaterra. Quizá algún día vayamos allí de verdad, y nos acordemos de todo lo que hemos aprendido.
Ahora Willy Fog necesita un barco para viajar a otro país diferente... ¿cuál será?
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